En el marco de la #CND2014, Aram Barra presentó a nombre de Transform Drug Policy Foundation
una serie de recomendaciones en la Mesa Redonda sobre Reducción de la
Oferta de drogas, durante el Segmento de Alto Nivel. A continuación se
reproduce una traducción de la presentación.
"Gracias, Sr. Presidente.
La experiencia de los últimos 50 años demuestran claramente que los esfuerzos de reducción de la oferta no han sido eficaces de cara a la alta y creciente demanda de drogas. Las oportunidades de beneficio están disponibles hoy a los grupos del crimen organizado, y toda señal de "éxito" sólo ha sido localizada y temporal.
Las más de las veces, los esfuerzos de reducción de la oferta simplemente han desplazado la producción de drogas o de tránsito geográficamente. Este es el llamado "efecto globo" como lo ha señalado la UNODC en su Informe Mundial sobre las Drogas de 2008.
Más allá de este fracaso a largo plazo, los esfuerzos de reducción de la oferta, además, se han asociado con una amplia gama de lo que la UNODC ha calificado como "consecuencias no deseadas" negativas. Estas incluyen severos daños ambientales y de salud asociados con la erradicación de cultivos, y el desplazamiento de las poblaciones ya empobrecidas y vulnerables que participan en la producción de cultivos de drogas.
Por otra parte, los esfuerzos de reducción de la oferta a menudo han provocado un incremento de la violencia relacionada con el mercado de drogas. Esto se demuestra muy gráficamente y lamentablemente en mi país, México, con los más de 100.000 muertos por la violencia relacionada con las drogas en un esfuerzo de represión iniciado en 2006 por el ex presidente Felipe Calderón.
Las intervenciones de reducción de la oferta de drogas con frecuencia se han asociado con abusos de derechos humanos cometidos por los propios encargados de hacer cumplir la ley, y con la falta de rendición de cuentas por estos abusos entre los organismos de aplicación de la ley. En este contexto histórico en el que los esfuerzos de reducción de la oferta han sido manifiestamente ineficaces y contraproducentes, hablar del re-equilibrar la oferta y la demanda no tiene ningún sentido.
La reducción de la oferta nunca ha logrado y nunca logrará sus objetivos establecidos a largo plazo. Por lo tanto, en lugar de continuar con una búsqueda inútil y contraproducente de las reducciones de la producción total, proponemos que los objetivos de política de drogas transiten a la reducción de riesgos y daños asociados a las drogas. En otras palabras, se trata de pasar de un enfoque basado en la erradicación del mercado a un enfoque de gestión de los mercados y la reducción de daños.
En la práctica, esto significa:
En conclusión, señor presidente, en el largo plazo es esencial que se considere el rol del marco de control de drogas en el fomento de la creación de una gran mercado negro criminal. Pedimos un debate significativo y plural tanto en la Comisión de Estupefacientes como en la próxima Sesión Especial de la Asamblea General de la Naciones Unidas en torno a las posibilidades de alternativas de mercados regulados que puedan desempoderar a los grupos organizados de la delincuencia mediante la transferencia del control en mercados clave a organismos gubernamentales responsables.
Gracias nuevamente señor Presidente."
"Gracias, Sr. Presidente.
La experiencia de los últimos 50 años demuestran claramente que los esfuerzos de reducción de la oferta no han sido eficaces de cara a la alta y creciente demanda de drogas. Las oportunidades de beneficio están disponibles hoy a los grupos del crimen organizado, y toda señal de "éxito" sólo ha sido localizada y temporal.
Las más de las veces, los esfuerzos de reducción de la oferta simplemente han desplazado la producción de drogas o de tránsito geográficamente. Este es el llamado "efecto globo" como lo ha señalado la UNODC en su Informe Mundial sobre las Drogas de 2008.
Más allá de este fracaso a largo plazo, los esfuerzos de reducción de la oferta, además, se han asociado con una amplia gama de lo que la UNODC ha calificado como "consecuencias no deseadas" negativas. Estas incluyen severos daños ambientales y de salud asociados con la erradicación de cultivos, y el desplazamiento de las poblaciones ya empobrecidas y vulnerables que participan en la producción de cultivos de drogas.
Por otra parte, los esfuerzos de reducción de la oferta a menudo han provocado un incremento de la violencia relacionada con el mercado de drogas. Esto se demuestra muy gráficamente y lamentablemente en mi país, México, con los más de 100.000 muertos por la violencia relacionada con las drogas en un esfuerzo de represión iniciado en 2006 por el ex presidente Felipe Calderón.
Las intervenciones de reducción de la oferta de drogas con frecuencia se han asociado con abusos de derechos humanos cometidos por los propios encargados de hacer cumplir la ley, y con la falta de rendición de cuentas por estos abusos entre los organismos de aplicación de la ley. En este contexto histórico en el que los esfuerzos de reducción de la oferta han sido manifiestamente ineficaces y contraproducentes, hablar del re-equilibrar la oferta y la demanda no tiene ningún sentido.
La reducción de la oferta nunca ha logrado y nunca logrará sus objetivos establecidos a largo plazo. Por lo tanto, en lugar de continuar con una búsqueda inútil y contraproducente de las reducciones de la producción total, proponemos que los objetivos de política de drogas transiten a la reducción de riesgos y daños asociados a las drogas. En otras palabras, se trata de pasar de un enfoque basado en la erradicación del mercado a un enfoque de gestión de los mercados y la reducción de daños.
En la práctica, esto significa:
- Despriorizar al más bajo nivel posible la persecución de los delitos de drogas cometidos por los campesinos y las mulas de la droga;
- Enfocarse estratégicamente en contrarrestar los esfuerzos de las asociaciones del crimen organizado, particularmente las que más violencia y daños sociales ocasionan;
- Evitar la militarización de la lucha contra el narcotráfico y garantizar la rendición de cuentas y el respeto y protección de los derechos humanos entre quienes violan las leyes de drogas, e
- Incluir la evaluación de las "consecuencias no intencionadas" en los reportes oficiales de la ONU y la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, y medir los impactos en la violencia, los abusos de derechos humanos y los daños ambientales en las evaluaciones anuales y de la ONY de las políticas de drogas nacionales.
En conclusión, señor presidente, en el largo plazo es esencial que se considere el rol del marco de control de drogas en el fomento de la creación de una gran mercado negro criminal. Pedimos un debate significativo y plural tanto en la Comisión de Estupefacientes como en la próxima Sesión Especial de la Asamblea General de la Naciones Unidas en torno a las posibilidades de alternativas de mercados regulados que puedan desempoderar a los grupos organizados de la delincuencia mediante la transferencia del control en mercados clave a organismos gubernamentales responsables.
Gracias nuevamente señor Presidente."
Fuente: espolea