Estas palabras no son publicidad. No podrían serlo.
Partirán aguas entre personas de diferentes colores políticos. Solo un tonto
haría publicidad para dividir a sus seguidores.
Pero no hablar hoy sería una felonía. Gracias
Chávez, por echar tu suerte con los pobres de la tierra, con los olvidados. Con
la gente simple y sin recursos. Con los que ya no tenían noción de esperanzas.
Gracias por devolvernos el sueño de una América Latina unida y no tutelada por
el poder de las multinacionales.
Hoy vi mi gente triste con la fatal noticia, cual si
se tratara de un familiar cercano. No creo en Dios y en días como hoy lo
lamento. Pero no soy un hombre sin fe. Creo en la fuerza del ejemplo.
Chávez no fue un súper hombre de historietas. Fue
real. Dispuso solo de 58 años de vida y cambio esta parte del mundo. Nunca lo
conocí personalmente y no me gustaba cuando cantaba.
Pero su gran sinfonía Latinoamericana solo se puede
escuchar con el corazón.
Hoy mis musas están de luto.