Una operación en Alicante permitió la detención del británico, uno de los más buscados en Europa | La Policía Nacional le define como un líder "conocido e importante", que "se las sabía todas"
Brian Colin Charrington, uno de los diez criminales más
buscados por las policías europeas y líder de la organización
internacional de narcotráfico desmantelada por la Policía Nacional,
publicaba en la Wikipedia sus logros y éxitos en el mundo del
narcotráfico. Charrington, que vivía entre sus diez viviendas de lujo en
la provincia de Alicante, fue detenido en la localidad de Calpe el
pasado 3 de julio en una operación internacional liderada por la Policía
Nacional, que desmanteló una red de narcos con un total de trece
detenciones, siete en España y seis en Venezuela.
En rueda de prensa, el jefe de la Unidad contra la Droga y
el Crimen Organizado (Udyco), Eloy Quirós, calificó ayer al británico
como un líder "conocido e importante", que "se las sabía todas", y por
ello era uno de los diez traficantes de droga más investigado por las
policías europeas, según ha dicho. Charrington había sido condenado en
cuatro países europeos por delitos relacionados con el tráfico de drogas
si bien ya había cumplido todas las condenas en Inglaterra, Alemania,
Francia e incluso en España, donde fue arrestado en 1997 con cuatro
toneladas de hachís.
220 kilos de cocaína
Los agentes se incautaron de más de 220 kilos de cocaína,
oculta en una vivienda de la localidad alicantina de L'Albir, 500.000
euros en efectivo, numerosos coches de alta gama y seis barcos que
servían para los envíos que organizaba Charrington, quien llegó a dar
cobijo a numerosos criminales británicos huidos de la Justicia en sus
viviendas de lujo en Alicante. Ese fue el caso de Andrew Terence Moran,
uno de los fugitivos más buscados en el Reino Unido, detenido el pasado
mayo en Calpe (Alicante).
En la operación las autoridades policiales han bloqueado
también cuentas bancarias, propiedades y bienes cuyo valor supera los
cinco millones de euros. Más de tres años de una investigación "larga",
ha dicho Quirós, porque la organización contaba con muchos miembros y
dada su estructura "era preciso apoyarse en la colaboración policial
para la desmantelación del grupo".
En el operativo han colaborado la Agencia británica contra
el Crimen Organizado (SOCA), la Oficina Nacional Antidrogas venezolana
(ONA), la Comunidad de Policías de América (Ameripol), la Policía
francesa, la Prefectura Naval Argentina, la Policía de Colombia y la
Policía Federal de Brasil. Fue precisamente la policía francesa la que
dio pie a las primeras investigaciones sobre Charrington, que comenzaron
en enero de 2010 cuando Francia informó a España de una mujer ligada
sentimentalmente con un criminal británico dedicado al tráfico de
estupefacientes, que era la expareja de otro narco francés que fue
asesinado seis meses después en La Nucía (Alicante).
Embarcación hacia Sudamérica
Un año más tarde, la policía fue informada de que la
organización preparaba en el Reino Unido una embarcación para un
cargamento de cocaína y a finales de 2012, varios miembros zarparon con
la misma intención hacia Sudamérica en un barco de lujo, que cambiaron
de nombre. Dichos cambios eran fundamentales para el éxito de la
organización, que basaba su estrategia en comprar muchos barcos,
venderlos y moverlos constantemente para despistar la acción policial y
para ello no dudaban de cambiar el nombre de las embarcaciones.
El aviso de una inminente salida con un barco cargado de
cocaína motivó la detención de Charrington y seis de sus colaboradores,
entre ellos uno de sus hijos, que fueron arrestados el pasado 3 julio en
una operación coordinada con Venezuela. Ese mismo día, las autoridades
policiales venezolanas detuvieron a seis miembros de la banda, incluida
la pareja del cabecilla, que había viajado al país suramericano para
preparar un nuevo envío de cocaína a través de un barco de lujo, con una
cantidad incluso superior a la intervenida en España, ha explicado
Quiron. Durante la investigación, se realizaron varias actuaciones
relacionadas con el blanqueo de capitales que dirigían algunos de sus
hijos, una en Benidorm donde se encontraron más de 350.00 euros y otro
en París con la incautación de diez lingotes de oro.