Que tienen Van Van que sigue ahí, es una frase
recurrente en cada cubano que siente con dolor la pérdida del cubanísimo Juan Formell.
Porque Formell y sus Van Van se han quedado impregnados para siempre en la
memoria de cada cubano, y en los valores identitarios que nos tipifican y dignifican, por esa originalidad
que con songo, ganga y algo más, supo introducir en el pueblo.
Porque
Van Van es una parte inseparable de Cuba, que con originalidad, creatividad y
valentía ideó Juan Formell en el complejo contexto de finales de los años
sesenta. Muchas orquestas han desaparecido y surgido en la Isla durante estos
años; sin embargo, hay un antes y un después de “Los Van Van”, que lo han
convertido en el referente de la música popular bailable, con una jocosidad en
la letra y en su música, que ha navegado junto con su pueblo todos sus cambios,
haciendo las transformaciones sonoras y lingüísticas acordes a las nuevas
realidades.
A esas realidades supo Formell readaptarse como
hombre de pueblo, acomodando a su orquesta a las nuevas exigencias de un
público que, si bien mantiene su raíz, ha cambiado sus códigos comunicaciones y
estilos bailables con el paso de los años.
A todo
ello Formell supo guiar a “Los Van Van”, dándole el punto propicio para consolidarse
a la luz de casi cinco décadas como “el tren de la música cubana”. Por eso
honramos por estos días a ese autodidacta y genial músico cubano, que con
creatividad, originalidad y mucho amor, se convirtió en el poeta del songo; modernizando
la música bailable cubana sin olvidar sus raíces, desde la historia de las
barriadas, de nuestro sincretismo yoruba, reflejando nuestra rica
idiosincrasia. Fue Formell el poeta musical del cubano de a pie y a ellos llegó
su música desde los conciertos en el Latinoamericano, en la Piragua, en la
Plaza, en la Tribuna, y en cada rincón de Cuba y del mundo donde se presentó o,
simplemente llegó, por las más disímiles vías, la música de Los Van Van.
Por eso hoy cada vanvanero siente como suya la
pérdida física de Juan Formell, y deseamos que sigan, “Los Van Van”, honrando
el legado su creador; desafiando al tiempo, desde ese conocido coro de “aquí hay Van Van pa rato”
Así desea el pueblo que siga Van Van, ahí, ahí, en
el corazón de cada cubano, que agradece y honra, le guste o no su música, el
fenómeno cultural cubano que ha sido y será Los Van Van
de Juan Formell. Porque Van Van es y será siempre, insignia de la cultura
cubana, porque Van Van es, orgullo de Cuba.
Por Alejandro L.
Perdomo Aguilera