El porciento de desaprobación de la administración de Obama llega a su nivel más alto. De acuerdo con una encuesta realizada por la cadena NBC de televisión y el diario The Wall Street Journal,
el descontento de los estadounidenses con el desempeño del presidente
del país, Barack Obama, ha alcanzado su nivel más alto, con un índice del 54 por ciento.
encuesta publicada este miércoles
entrevistó a 1.000 adultos entre el 4 y el 8 de diciembre y admite un
margen de error de menos o más 3,1 puntos porcentuales. Solo el 42 % de los encuestados opinó que Obama, reelegido hace poco más de un año, está haciendo un buen trabajo.
En enero pasado, la misma encuesta había
encontrado un índice de aprobación para Obama del 52 por ciento y uno
de desaprobación del 44 %.
El contingente de encuestados elegido
por CBS/Wall Street Journal no representa la conformación de la
población general de Estados Unidos: en la muestra, los blancos fueron 74%, los negros 12% y los hispanos 6%.
Un 64 % de los encuestados opinó que el país está mal encaminado, pero esto refleja una mejoría del sentimiento público ya que en julio 78 % de los encuestados compartía esa percepción.
La aprobación pública para la gestión de
Obama alcanzó su nivel más alto de la encuesta en abril de 2009, con 61
% favorable al presidente y 30 % desfavorable.
En el sondeo de opinión de la semana pasada, el 58
por ciento de los encuestados expresó un sentimiento negativo hacia la
forma en que Obama conduce la política económica del país, la cual tuvo el respaldo de apenas 39 % de los entrevistados.
Pero el Congreso, donde los republicanos
tienen mayoría en la Cámara de Representantes y, como minoría, han
obstruido buena parte de la labor del Senado, no salió mejor parado en
la encuesta.
El 51 % de los entrevistados opinó que
esta legislatura es una de las peores en la historia, y otro 28 %
sostuvo que su desempeño está por debajo del promedio.
La celebración del 10 de diciembre del día de los Derechos Humanos
tiene su origen en el año 1950. En este año la Asamblea General de las
Naciones Unidas invitó a todos los Estados y organizaciones interesadas a
que el 10 de diciembre observaran el Día de los Derechos Humanos
(resolución 423 (V)).
En ese Día se conmemora la aprobación por la Asamblea General de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en 1948.
La ONU pretendía con esta Declaración Universal sentar las bases de
un compromiso ético para obligar a todos los Estados a cumplir y hacer
cumplir una serie de normas.
Recordemos que después de la Segunda Guerra Mundial, en los inicios
de la Guerra Fría, cuando todavía dolían las heridas del nazismo y ante
las situaciones de injusticia que se vivían en los cinco continentes,
varios países sintieron la necesidad de unirse en una organización
supraestatal que garantizara el respeto y la dignidad de las personas, y
que evitara la repetición de hechos tan lamentables como la vulneración
de la dignidad de la persona y el respeto a sus peculiaridades étnicas,
religiosas o sexuales.
Los Derechos Humanos se sostienen sobre dos pilares esenciales de la
humanidad: la libertad y la plena igualdad entre todos los seres
humanos. Condiciones inherentes a todo ser humano sin ningún tipo de
limitaciones, sean éstas: culturales, económicas, étnicas, sexuales,
etc. El concepto de Derechos Humanos hace referencia al sentido de la
dignidad humana antes que a cualquier formulación jurídica o política.
En un principio, la declaración iba a ser titulada "los derechos del
hombre" pero gracias Eleanor Roosevelt, Presidenta de la Comisión y
feminista, se planteó que el término excluía a las mujeres y consiguió
que en su lugar figurara "Derechos Humanos".
El programa de derechos humanos de las Naciones Unidas ha crecido
considerablemente desde su modesto comienzo hace unos sesenta años. La
organización comenzó como una pequeña división ubicada en la sede
principal de las Naciones Unidas en el decenio de 1940. Más tarde, la
división se trasladó a Ginebra y pasó a ser el Centro de Derechos
Humanos en el decenio de 1980. En la Conferencia Mundial de Derechos
Humanos en 1993, la comunidad internacional decidió establecer un
mandato de derechos humanos más sólido y con mayor apoyo institucional.
En consecuencia, los Estados miembros de las Naciones Unidas, mediante
una resolución de la Asamblea General, crearon en 1993 la OACDH.
El
crecimiento de las actividades de las Naciones Unidas en materia de
derechos humanos ha sido paralelo a la fuerza que ha ido adquiriendo el
movimiento internacional de derechos humanos desde que la Asamblea
General de las Naciones Unidas adoptara la Declaración Universal de
Derechos Humanos el 10 de diciembre de 1948. Redactada como “ un ideal
común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse”, la
Declaración establece, por primera vez en la historia de la humanidad,
los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales
básicos de los que todos los seres humanos deben gozar. Ha sido, con el
tiempo, ampliamente aceptada como las normas fundamentales de derechos
humanos que todos los gobiernos deben respetar. El 10 de diciembre, para
conmemorar la fecha en que se aprobó, se celebra en todo el mundo el
Día Internacional de los Derechos Humanos. La Declaración Universal,
junto con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y sus
dos protocolos facultativos, y el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, forman la “Carta Internacional de
Derechos Humanos”.
Paralelamente al desarrollo del derecho internacional de derechos
humanos, se ha ido estableciendo una serie de órganos de derechos
humanos de las Naciones Unidas para responder a la evolución de los
desafíos en la materia. En el desempeño de sus funciones, dependen del
apoyo técnico y de secretaría que les presta la OACDH. Puede tratarse de
órganos basados en la Carta de la ONU, y políticos, compuestos por
representantes de los Estados con mandatos establecidos por la Carta de
las Naciones Unidas, o de comités creados en virtud de tratados,
compuestos por expertos independientes, y establecidos, a excepción de
uno, por tratados internacionales de derechos humanos y con el mandato
de velar por que los Estados Partes cumplan las obligaciones dimanantes
de esos tratados. La Comisión de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas, establecida en 1946 y dependiente del Consejo Económico y
Social, fue el principal órgano intergubernamental de derechos humanos
de la ONU hasta su reemplazo por el Consejo de Derechos Humanos en 2006.
Además de asumir los mandatos y responsabilidades anteriormente
encomendados a la Comisión, el recién creado Consejo, que depende
directamente de la Asamblea General, ha ampliado los mandatos. Éstos
incluyen la formulación de recomendaciones a la Asamblea General para
seguir desarrollando el derecho internacional en la esfera de los
derechos humanos, y la realización de un examen periódico universal
acerca del cumplimiento de las obligaciones y compromisos de cada Estado
en materia de derechos humanos.
fuente: Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ONU)
http://www.ohchr.org/SP/ABOUTUS/Pages/BriefHistory.aspx
Pese
a haber estado recluido en prisión entre 1964 y 1990, el ejemplo y el
incansable espíritu de Nelson Mandela fue inspiración para la lucha por
la igualdad en EEUU por varias generaciones.
El
activismo estadounidense no puede ser entendido sin la influencia de la
figura de Mandela: su ejemplo definió la lucha por los derechos civiles
de los años sesenta, la de la población inmigrante desde César Chávez
hasta hoy, e hizo creer en la posibilidad real de un presidente
afroamericano en la Blanca.
"La lucha por los derechos civiles y la lucha del pueblo sudafricano
van de la mano. Ambos, Martin Luther King y Nelson Mandela, estuvieron
en la cárcel en 1963, ambos fueron perseguidos... ambos eligieron
reconciliación sobre venganza", indicó el reverendo Jesse Jackson en una entrevista televisiva.
En julio de 1964, un mes después de que Mandela fuera condenado a
cadena perpetua en Sudáfrica, Estados Unidos vivió un momento histórico
con la promulgación de la Ley de Derechos Civiles, que puso fin a la
segregación racial, que como el apartheid relegaba a los negros a
ciudadanos de segunda clase.
El congresista demócrata negro Charles Rangel, que conoció
personalmente a Mandela, aseguró que la influencia del premio Nobel de
la Paz fue vital para acelerar la igualdad racial en EEUU y "acabar con
el (muy presente en los sesenta) de que los africanos son inferiores".
El carácter excepcional de Mandela no
inspiró a la reprimida comunidad negra en la convulsa década de los
sesenta, sino que su influencia se extiende a los movimientos de
protesta no violenta de cualquier índole y sirvió de inspiración al
primer presidente afroamericano del país, Barack Obama.
En 1981, Obama, un desconocido estudiante de colegio universitario en
California, pronunció su primer discurso de activismo político contra
el apartheid, en una época en la que a las demandas por la igualdad de
derechos en Sudáfrica se sumaban en aquel estado la desobediencia civil
de los hispanos o los homosexuales.
"Al igual que muchos en todo el mundo, no puedo imaginar mi propia
vida sin el ejemplo que fue para mí Nelson Mandela", dijo Obama ayer en
la Casa Blanca en un mensaje de condolencias por la muerte de Madiba en
el que recordó ese episodio de su vida.
Aquella protesta antiapartheid fue una de las muchas que se
sucedieron en los campus de todo Estados Unidos desde finales de los
setenta para pedir a las empresas norteamericanas no invertir ni
mantener relaciones comerciales con el opresivo sistema de los
"afrikáner" en Sudáfrica.
Esas protestas motivaron marchas en Washington DC de miles de personas,
negras, blancas, hombres, mujeres, progresistas y conservadores, para
defender dentro y fuera de Estados Unidos la causa de la igualdad como
parte indispensable de una democracia.
En 1986, frente a la embajada de Sudáfrica en Washington, donde hoy
se depositan ofrendas ante una recién inaugurada estatua de Mandela,
cientos de estadounidense se manifestaron pacíficamente contra la
Sudáfrica del apartheid y para pedir al presidente republicano, Ronald
Reagan, que no vetará sanciones económicas contra ese país, que
finalmente fueron aprobadas por el Congreso en octubre.
En 1990, políticos, activistas y un gran número de estadounidenses de
todas las razas celebraron como suya la liberación de Mandela de su
reclusión de 27 años para iniciar una carrera política hacia la
reconciliación del país, que no estuvo ausente de problemas y
conflictos.
El fin oficial del apartheid demostró a los movimientos de minorías y
por los derechos humanos que la perseverancia y la lucha por una causa
justa puede dar frutos a pesar de los obstáculos.
"Un gigante político y moral como Nelson Mandela raramente aparece más
de una o dos veces en cien años", indicaba hoy el columnista de "The New
Yorker" Hendrik Hertzberg, que comparaba al sudafricano con figuras
como Mahatma Ghandi o Abraham Lincoln.
Jairo Mejía
Fuente: EFE