Oda a los mártires que lucharon contra la dictadura,
Oda a los jóvenes que enfrentaron el corazón militar de
Batista,
Oda a los mártires que sin saber dónde ni cómo,
ofrecieron su vida por la libertad de la Nación,
Oda a los hombres que a pesar de las crueles torturas no
vendieron a sus compañeros de causa,
Oda a aquella mujer, la entrañable Haydée, que con
sufrimiento profundo por las torturas de un Abel Santamaría inmenso, sacrificó
su amor de tierna hermana, por el amor a la patria cubana,
Oda a los mártires del 26 de julio de 1953, donde la
generación centenaria del Apóstol ofrendó su vida por el sueño de mármol:
Una República, con todos y para el bien de todos.
Por Alejandro L. Perdomo Aguilera
Publicado el viernes, 05 de julio de
2013 03:21 | Escrito por María Antonia Medina Téllez / ACN | | | Visitas: 408
Visitantes al histórico Museo 26 de Julio, en Santiago de
Cuba, muestran gran interés en la sala número tres, donde torturaron y
asesinaron a los revolucionarios horas después del asalto al cuartel Moncada,
en 1953.
Odette Sariol, museóloga del centro,
narró a la Agencia Cubana de Noticias que cubanos y foráneos se preguntan cómo
y por qué, al descubrir pinzas y herramientas en vitrinas de cristal, junto a
fotos que revelan el martirio vivido por los jóvenes en ese lugar, último
testigo de sus vidas.
En el salón exponen la frase de
Fidel Castro cuando denunció lo ocurrido a los combatientes en su alegato La
Historia me absolverá: "El cuartel Moncada se convirtió en un taller de
tortura y muerte, y unos hombres indignos convirtieron el uniforme militar en
delantales de carniceros".
Sariol explicó que el color gris de
las paredes -diferente al resto del Museo- significa luto y el dolor padecido
por los jóvenes de la Generación del Centenario.
Karina, Lisset y Reina María,
alumnas de preuniversitario, después de escuchar lo sucedido allí hace 60 años,
dijeron identificarse con ellos, y reconocen como asesinos a los feroces
soldados de la dictadura de Fulgencio Batista.
Según la museóloga, las personas no
pueden creer que los métodos de tortura fueran reales, luego de escucharla
describir la forma cómo les extrajeron uñas, ojos, propiciaron golpes y
cercenaron miembros a personas indefensas.
Indiferentes ante tanta sangre, los
torturadores masacraron a 61 asaltantes y antes de las 24 horas de la heroica
gesta, los lanzaron en patios interiores y otras áreas del cuartel, a las que
nunca llegaron combatiendo, sino como prisioneros.
Odette explicó la orden de Batista
de asesinar a 10 jóvenes por cada soldado muerto; entre el silencio y miradas
húmedas de los asistentes concluyó: "ellos soportaron todo sin
pronunciar palabra ni traicionar los ideales".
Las puertas de la sala de torturas,
facilitan salir al patio donde depositaron 15 cadáveres; otra, conduce a la
última, en la cual 15 artistas plásticos por iniciativa de Alexis Leyva Machado
(K'cho), montaron una obra pictórica la cual refleja diversas etapas de la
lucha revolucionaria.
Identificado como "Absuelto por
la Historia\", debido a la afirmación hecha por Fidel en su autodefensa,
el mural integra símbolos y atributos nacionales.
El rostro de Abel Santamaría
(segundo jefe del Movimiento 26 de Julio), con sus ojos abiertos sobre las alas
extendidas de un tocororo, custodiados por el cielo azul, la flor de la
mariposa y la bandera cubana, es otra de las obras realizada por Vicente
Rodríguez Bonachea.
Otra es la figura de José Luis
Tassende, mártir del Moncada, con la última imagen hecha por un fotógrafo y que
resultó la denuncia más clara de los crímenes cometidos por los esbirros de
Batista en 1953.
Los ojos alegres de cientos de
estudiantes contemplan el cálido sol cada mañana, entre los muros del Moncada,
hoy Ciudad Escolar, ya sea desde la antigua Posta Tres en actividades
deportivas y recreativas, o desde las aulas.