miércoles, 19 de marzo de 2014

El futuro de Estados Unidos

 
estados unidos capitolio
El futuro de Estados Unidos se puede ver hoy en la generación de jóvenes más diversa en raza, cultura y origen, que para 2043 transformará este país en uno donde por primera vez los blancos pasarán a ser una minoría más, algo que invita cambios bienvenidos por muchos, pero que también asusta a otros y que en parte explica algunas de las tensiones políticas y sociales hoy día.
La llamada generación de los milenarios, como se ha apodado a los nacidos después de 1980, se distingue no solo por su diversidad racial y/o étnica, sino también por lo que comparten entre sí, incluyendo una mayor desconfianza en instituciones políticas y sociales, como por crecer con la revolución cibernética y sus implicaciones, y por una visión más liberal en asuntos sociales, según registra una extensa investigación sobre ellos del Centro de Investigación Pew.
Según el análisis, los milenarios –de 18 a 33 años– se distinguen de generaciones anteriores por estar relativamente desvinculados de política y religión organizada, vinculados por medios sociales, aguantando una carga de deuda, desconfiados de la gente, sin prisa por casarse y optimistas sobre el futuro, resume Pew. También son la generación más racialmente diversa de Estados Unidos.
Según los sondeos de Pew, más de la mitad de los milenarios se describen como independientes en su política (o sea, ni demócratas ni republicanos ni de ningún partido) y 29 por ciento (3 de cada 10) dice no practicar ninguna religión. Estos son entre los niveles más altos de desafiliación política y religiosa jamás registrados para una generación en los 25 años que Pew ha hecho sondeos sobre estos temas.
Esta es una generación generalmente liberal, notable por su amplio apoyo a los demócratas y por posiciones liberales sobre una amplia gana de temas políticos y sociales, desde apoyo a un gobierno activista para promover bienestar social, como a favor del matrimonio gay, el matrimonio interracial, la reforma migratoria y la legalización de la mariguana, según Pew. Pero vale la pena señalar que no son muy diferentes a las generaciones más viejas en sus opiniones sobre el control de armas y el aborto.
Sin embargo, estas inclinaciones liberales los convirtieron en un sector clave en los triunfos de Barack Obama. Ahora también comparten los mismos niveles de desencanto que otras generaciones con el presidente.
A la vez, esta es la primera generación a la que se puede clasificar comonativos digitales. No se han tenido que adaptar al mundo cibernético, y a la vez son la vanguardia de esta nueva edad digital, incluyendo el uso de Internet, redes sociales y aparatos móviles con los cuales construyen sus relaciones de amigos, colegas y grupos de interés común.
La generación más diversa racialmente es resultado en parte del flujo inmigrante de latinos y asiáticos en las ultimas décadas –muchos son hijos nacidos aquí de éstos. Un 43 por ciento de los milenarios no son blancos –el nivel más alto de cualquier generación anterior. Hoy día, la mitad de los recién nacidos en este país son no blancos. Esta diversidad, indica Pew, explica en parte sus posiciones políticamente liberales.
Vale recordar que la Oficina del Censo de Estados Unidos calcula que la población estadunidense alcanzará un punto alrededor del año 2043, cuando la mayoría no será blanca por primera vez en la historia de esta nación.
Algunos observadores han repetido que la transformación que representa esta generación –solo en términos demográficos y sociales– es parte de lo que nutre la ola antimigrante de los últimos años, así como movimientos ultraconservadores que buscan rescatar al país y que ven su fin en un futuro que cada vez se parece menos de su imagen (blanca, anglosajona y protestante) que ellos tienen de su país.
Esto también explica en parte la severa derechización de la política en entidades como Arizona y los estados del profundo sur, entre otros, donde las cúpulas políticas tradicionales se sienten amenazadas por los cambios generacionales y demográficos. Por ejemplo, varios analistas –y solo la semana pasada un reportaje del Wall Street Journal– advierten que en un futuro cercano esto puede implicar que Texas, ahora bastión republicano conservador, se vuelva cada vez más demócrata como resultado de la combinación de cambios demográficos (sobre todo la presencia y participación de latinos) y generacionales.
Mientras tanto, los milenarios también enfrentan desafíos económicos y políticos. En el ámbito económico, viven en momentos de la peor desigualdad desde la gran depresión con una movilidad socioeconómica paralizada, para ellos, el sueño americano por ahora está anulado. A la vez, padecen altos índices de desocupación, empleos peor renumerados que los de generaciones anteriores y cambios dramáticos en el sector laboral, que incluye menos protección sindical. No solo esto, sino que esta generación está aplastada por una carga de deuda estudiantil sin precedente (el total se calcula en más de un billón de dólares).
De lado político y social, es una generación que si no participó, creció en época de guerras interminables con el esquema de la guerra contra el terror que suprime expresiones de disidencia. Y como nativos digitales también son sujetos, bajo esta justificación de seguridad nacional, a la vigilancia electrónica y la anulación de la privacidad. También padece de una doctrina de educación –llamada reforma– que regresa a dar prioridad a un currículum definido por exámenes estandarizados donde se premia la docilidad y cumplimiento de lo ordenado. Cuando los jóvenes se han atrevido a expresarse en las calles –sea lo manifestado por Ocupa Wall Street o los Dreamers (jóvenes inmigrantes activistas), o contra abusos de autoridades– frecuentemente han sido víctimas de represiones violentas o intimidación judicial.
El futuro de este país dependerá en gran medida de si esta nueva generación logra superar todo esto para cumplir con su promesa de cambio.
Fuente: La Jornada

Ucrania: centro de la lucha por el poder global

Por Leyde E. Rodríguez Hernández*
Ucrania
La coyuntura política y económica internacional no puede ser más compleja para la comprensión de los fenómenos y los procesos de las relaciones internacionales.
A la opinión pública mundial, conmocionada por los recientes sucesos internos en Siria, Venezuela y Ucrania, le resulta difícil clasificar y conceptualizar la ola de manifestaciones extremistas y neofascistas que desestabilizan naciones y regiones enteras, tensando el funcionamiento del sistema internacional en su conjunto.
Para muchos se trata de una nueva “guerra fría”, que nunca concluyó entre el Este y el Oeste, aunque la diplomacia rusa se empeñe en considerar –desde hace más de dos décadas– como socios a los representantes de los Estados Unidos y de la Unión Europea, quienes enfrascados en una descarnada lucha geopolítica global, verdadero culto al politólogo germano-estadounidense Hans J. Morgenthau, fundador del moderno “realismo político”, basada en la concepción de que la política internacional es una permanente lucha por el poder, sin limitaciones de carácter moral en el accionar de una potencia en el escenario internacional.
En el pensamiento de Morgenthau, si una nación busca incrementar el poder, por medio de un cambio de la distribución de fuerzas internacionales, entonces practica una política imperialista. En esta filosofía se circunscribe la naturaleza agresiva y militarista de la coalición norte-oeste liderada por los Estados Unidos, en una época marcada por la crisis económica capitalista, que se hace sistémica, y de una reverdecida “guerra fría” que, teñida de poder inteligente, genera subversión, propaganda y desinformación, lo que acentúa el desorden y la incertidumbre sobre las relaciones internacionales.
En el caso de Ucrania, existen evidentes ejemplos que se corresponden con la argumentación anterior: la participación activa del gobierno de los Estados Unidos y de sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el derrocamiento del presidente Viktor Yanukóvich, por fuerzas extremistas y neofascistas al servicio de los centros de poder norte-oeste. En este sentido, el secretario de Estado, John Kerry, reconoció la participación estadounidense en las acciones desestabilizadoras e ilegales al afirmar que su política está dirigida a obtener que las exrepúblicas soviéticas se integren al bloque euro-estadounidense abanderado, según él, de las “aspiraciones de libertad”.
La injerencia norte-oeste en la crisis política interna ucraniana adquirió mayor peligrosidad para la paz y la seguridad internacional tras las amenazas estadounidenses de que incrementará la presencia militar en Europa Oriental, con el fortalecimiento de su aviación en Lituania y Polonia, mientras el destructor coheteril USS Truxtun (DDG-103) fue avistado en un desplazamiento de intimidación del mar Mediterráneo al Negro, coincidiendo con el portaaviones George H.W. Bush que, desde los primeros días de marzo, está ubicado en el puerto turco de Anatolia, con más de 80 aviones de combate a bordo.
Todo este desplazamiento militarista, hacia el Este y hasta las fronteras mismas de Rusia, forma parte del malestar euro-estadounidense con la nueva Rusia que emerge de la restauración capitalista tras la implosión de la Unión Soviética y la desintegración de su bloque aliado, sin olvidar que estos hechos constituyeron la más grave catástrofe geopolítica del siglo XX, manteniendo a Rusia debilitada y aislada del concierto internacional. Por consiguiente, es insoportable para el eje norte-oeste el regreso de Rusia al centro de la política mundial con el logro de haber evitado –con el apoyo de China– los intentos de una agresión militar de los Estados Unidos y la OTAN a Siria, y el desarrollo de un proyecto petrolero en ese país que no casualmente incluye a Irán.
Estas pretensiones de gran potencia por parte de Rusia, ya anticipadas en 2008 cuando recuperó las provincias de Osetia del sur y Abjasia que se habían declarado independientes, vuelven a manifestarse ahora cuando su plan de incorporar a Ucrania en una Unión Aduanera, bajo su liderazgo, chocó con la intención de los sectores ucranianos favorables a la subordinación euro-estadounidense y promotores del tratado de libre comercio con la Unión Europea. Ya, en noviembre de 2013, el gobierno de Ucrania había decidido no adherirse al tratado con la Unión Europea, pues afectaría a la mayoría de la población ucraniana como mismo ha sucedido en Grecia, España, Portugal e Italia, víctimas de los ajustes estructurales del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea. Todo esto desató una crisis política y fuertes movilizaciones de masas que concluyó con el derrocamiento del presidente Yanukóvich. El nuevo gobierno golpista de derecha y neofascista orientado por los Estados Unidos y las potencias europeas, aboga por la integridad territorial y la firma de un acuerdo con la Unión Europea, mientras que el parlamento de Crimea, la mayoría de su población ruso-hablante, y las regiones orientales promueven fusionarse con Rusia.
Esta confrontación, entre los centros de poder Norte-Oeste y Rusia, está incentivada por masivas manifestaciones de neofascistas y pro-rusos, respaldados por los Estados Unidos y la Unión Europea, por un lado, y Rusia, por el otro, exacerba las rivalidades entre las potencias capitalistas y las posibilidades de una nueva guerra en el viejo Continente, que solo parece disuadir los enormes arsenales de armas nucleares en posesión de los principales actores involucrados en el conflicto. Como posición de fuerza, el presidente Putin, a través de Gazprom pudiera cortar el suministro de gas a los europeos occidentales, pues Rusia provee alrededor del 30% del gas que Europa consume. Además, Ucrania es el eje distribuidor para los distintos gasoductos que transportan casi el 100% del gas que consumen Estonia, Lituania, Letonia, Bulgaria, Suecia y Finlandia, algo más del 60% de la república Checa, mientras que Bélgica, Alemania, Polonia, Eslovaquia, Austria, Hungría, Croacia, Eslovenia, Grecia y Rumania reciben entre el 45% y el 60% de su consumo y Holanda, Francia e Italia entre 15% y 25%.
Por su parte, el presidente Obama ha declarado que entregará gas para suplir el faltante, aunque no se sabe cómo se financiaría la ayuda. Todo esto sucede en un contexto de profunda crisis económica y social en Europa, y de deuda bajo la presión del Fondo Monetario Internacional. Dada la inseguridad en Ucrania, para los ciudadanos e intereses de Rusia, las tropas rusas ingresaron en Crimea, mientras que el gobierno provisional desplegaba una fuerza armada de 50000 soldados. El referéndum en Crimea, el domingo 16 de marzo, determinó por un 95% su incorporación, como una república más, a la Federación de Rusia. Para la coalición euro-estadounidense este referendo es un acto “ilegal” e inaceptable que llevó, en ese sentido, a los Estados Unidos a la promoción de una iniciativa en el Consejo de Seguridad de la ONU vetada por Rusia, porque estima que los derechos de la igualdad soberana y la autodeterminación de los pueblos no pueden ser ignorados.
Está claro que los intereses en juego no son únicamente de política interna en Ucrania, entre neofascistas y pro-rusos, sino que poseen un calado y una repercusión geoestratégica mayor, pues constituye un conflicto político-diplomático directo entre los Estados Unidos y Rusia, que determinará la naturaleza de la relación futura entre Rusia y el conjunto de los aliados norte-oeste. Los Estados Unidos al atizar el conflicto y legitimar a las fuerzas neofascistas contra Rusia, intenta compensar la necesidad rusa de proteger y dar seguridad a sus intereses en territorio ucraniano, para impulsar así el cerco de la otrora superpotencia -ahora en recuperación-, mediante la expansión de la OTAN, ya lo ha hecho con la estrategia de “defensa” antimisil europea, que tanto incomoda a Rusia. Pero, al mismo tiempo, el alcance real de esta maniobra norte-oeste parecería estar limitada por una serie de factores que hacen errática la gran estrategia estadounidense: la persistencia de la crisis económica y social en la Unión Europea, que no la convierte en un paradigma a seguir por las naciones y pueblos todavía fuera de la zona Euro y de la propia integración, la actitud de Alemania y otros países fuertemente dependientes del gas, el petróleo y otros recursos naturales en manos de Rusia y Crimea.
Así las cosas, cuando Ucrania es visualizada como la primera víctima de una rediviva “guerra fría”, valdría la pena preguntarnos: ¿Cuál será su evolución futura? ¿Instalará los Estados Unidos bases militares contra Rusia en la región occidental de Ucrania? Sin ánimos de dar respuestas acertadas: la división del territorio ucraniano entre potencias, la integración inevitable de la zona occidental al eje norte-oeste o el  incremento de sus relaciones con la Unión Europea, al tiempo que mantiene sus vínculos con Rusia, en un difícil ejercicio de equilibrismo político, pudieran ser algunos de los escenarios en relación con esas interrogantes; pero, como en casi todos los procesos de la política internacional en el que participan múltiples actores de significativo peso e influencia política, diplomática y militar, este conflicto, en torno a Crimea, pudiera ser de larga duración, como lo fue, para la Alemania dividida, la histórica confrontación simbolizada en el “Muro de Berlín”, aquel icono de la “guerra fría” clásica entre los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Solo que ahora las ansias de poder y expansión global de los Estados Unidos chocan con la problemática de la relativa decadencia de sus capacidades tradicionales de dominación mundial, lo que convierte más imprevisible y peligrosa su actuación internacional frente al objetivo inequívoco de Rusia y China de equipararse a los Estados Unidos como superpotencias mundiales en el horizonte de la multipolaridad del sistema internacional del siglo XXI.
* Profesor en el Instituto Superior de Relaciones internacionales “Raúl Roa Garcia”
Fuente: Cubadebate

Congresista norteamericano visita Museo Hemingway en La Habana


congresista eeuu
Jim McGovern, legislador demócrata de Massachusetts.

Un legislador estadounidense visitó el lunes la casa donde vivía Ernest Hemingway cerca de La Habana para celebrar un esfuerzo de Estados Unidos y Cuba para preservar y digitalizar escritos y efectos personales del ganador del premio Nobel.
Curadores en la isla le dieron a Jim McGovern, legislador demócrata de Massachusetts, y a la delegación estadounidense que visita Cuba, un recorrido por la Finca La Vigía, un predio rodeado de árboles tropicales en
lo alto de una colina desde donde se ve la capital cubana.
Tanto Estados Unidos como Cuba, donde vivió Hemingway de 1939 a 1960 y escribió gran parte de “El viejo y el mar” y otros trabajos, consideran al escritor su hijo predilecto. McGovern dijo el lunes que ese cariño compartido trasciende las divisiones políticas entre ambas naciones.
“Hemingway siempre unió a la gente”, dijo McGovern. “Él trasciende a la política y uno de los puntos que quiero destacar hoy es que si cubanos y estadounidenses pueden unirse de forma constructiva y hacer esto, ayudar a preservar una casa con todo su contenido, entonces no hay límite sobre lo que podemos hacer si trabajamos juntos”.
Académicos de ambas naciones han trabajado juntos durante más de una década para preservar la casa y su tesoro de documentos, que incluyen de todo, desde cuentas de bar hasta boletos de peleas de toros, notas personales y recetas.
El mes pasado miles de papeles escaneados de cuando Hemingway estuvo en Cuba se hicieron públicos en la Biblioteca y Museo Presidencial John F. Kennedy en Boston. En el recinto está la colección más grande del escritor, incluyendo 90% de sus manuscritos.
La colección en Cuba incluye cosas como el seguro de la camioneta Plymouth 1941 de Hemingway, su permiso local de armas de fuego y el telegrama donde le notifican que ganó el Nobel de Literatura en 1954.
“Estamos trabajando para preservar la colección de Hemingway para los hijos de nuestros hijos y para los nietos de nuestros nietos”, dijo Ada Rosa Alfonso, directora de la Finca La Vigía.
Mary Welsh Hemingway, cuarta y última esposa del escritor, donó la finca de San Francisco de Paula, ubicada a una media hora en coche a las afueras de La Habana, al gobierno cubano en 1961, poco después de que se confirmó su suicido en Idaho.
En años recientes la casa estuvo en riesgo de derrumbarse, lo que provocó que académicos estadoun que la han preservado más o menos como la dejó “Papá”, como era conocido el escritor.
Al menos una decena de cabezas de animales disecados están montados sobre las paredes en un tributo a su entusiasmo por la cacería. En la mesa de una sala de espera están las botellas de licor consumidas a la mitad tal cual estaban hace más de cinco décadas. Todavía se alcanzan a leer apuntes en las paredes del baño donde Hemingway registraba su peso, presión arterial y pulsaciones todos los días.
“Todo el mundo habla de los documentos. Pero si tenemos en cuenta que Hemingway escribió hasta en las paredes, la casa es un gran documento. Además es el testimonio de todo lo que Hemingway hizo”, dijo Gladys
Rodríguez, presidenta de la cátedra Hemingway.
Foto: Ramón Espinosa / AP.
Foto: Ramón Espinosa / AP.
senador en vigia

viernes, 14 de marzo de 2014

Recomendaciones a la Comisión de Narcóticos sobre la reducción de la oferta de drogas


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En el marco de la #CND2014, Aram Barra presentó a nombre de Transform Drug Policy Foundation una serie de recomendaciones en la Mesa Redonda sobre Reducción de la Oferta de drogas, durante el Segmento de Alto Nivel. A continuación se reproduce una traducción de la presentación.

"Gracias, Sr. Presidente.

La experiencia de los últimos 50 años demuestran claramente que los esfuerzos de reducción de la oferta no han sido eficaces de cara a la alta y creciente demanda de drogas. Las oportunidades de beneficio están disponibles hoy a los grupos del crimen organizado, y toda señal de "éxito" sólo ha sido localizada y temporal.

Las más de las veces, los esfuerzos de reducción de la oferta simplemente han desplazado la producción de drogas o de tránsito geográficamente. Este es el llamado "efecto globo" como lo ha señalado la UNODC en su Informe Mundial sobre las Drogas de 2008.

Más allá de este fracaso a largo plazo, los esfuerzos de reducción de la oferta, además, se han asociado con una amplia gama de lo que la UNODC ha calificado como "consecuencias no deseadas" negativas. Estas incluyen severos daños ambientales y de salud asociados con la erradicación de cultivos, y el desplazamiento de las poblaciones ya empobrecidas y vulnerables que participan en la producción de cultivos de drogas.

Por otra parte, los esfuerzos de reducción de la oferta a menudo han provocado un incremento de la violencia relacionada con el mercado de drogas. Esto se demuestra muy gráficamente y lamentablemente en mi país, México, con los más de 100.000 muertos por la violencia relacionada con las drogas en un esfuerzo de represión iniciado en 2006 por el ex presidente Felipe Calderón.

Las intervenciones de reducción de la oferta de drogas con frecuencia se han asociado con abusos de derechos humanos cometidos por los propios encargados de hacer cumplir la ley, y con la falta de rendición de cuentas por estos abusos entre los organismos de aplicación de la ley. En este contexto histórico en el que los esfuerzos de reducción de la oferta han sido manifiestamente ineficaces y contraproducentes, hablar del re-equilibrar la oferta y la demanda no tiene ningún sentido.

La reducción de la oferta nunca ha logrado y nunca logrará sus objetivos establecidos a largo plazo. Por lo tanto, en lugar de continuar con una búsqueda inútil y contraproducente de las reducciones de la producción total, proponemos que los objetivos de política de drogas transiten a la reducción de riesgos y daños asociados a las drogas. En otras palabras, se trata de pasar de un enfoque basado en la erradicación del mercado a un enfoque de gestión de los mercados y la reducción de daños.

En la práctica, esto significa:

  1. Despriorizar al más bajo nivel posible la persecución de los delitos de drogas cometidos por los campesinos y las mulas de la droga;
  2. Enfocarse estratégicamente en contrarrestar los esfuerzos de las asociaciones del crimen organizado, particularmente las que más violencia y daños sociales ocasionan;
  3. Evitar la militarización de la lucha contra el narcotráfico y garantizar la rendición de cuentas y el respeto y protección de los derechos humanos entre quienes violan las leyes de drogas, e 
  4. Incluir la evaluación de las "consecuencias no intencionadas" en los reportes oficiales de la ONU y la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, y medir los impactos en la violencia, los abusos de derechos humanos y los daños ambientales en las evaluaciones anuales y de la ONY de las políticas de drogas nacionales.

En conclusión, señor presidente, en el largo plazo es esencial que se considere el rol del marco de control de drogas en el fomento de la creación de una gran mercado negro criminal. Pedimos un debate significativo y plural tanto en la Comisión de Estupefacientes como en la próxima Sesión Especial de la Asamblea General de la Naciones Unidas en torno a las posibilidades de alternativas de mercados regulados que puedan desempoderar a los grupos organizados de la delincuencia mediante la transferencia del control en mercados clave a organismos gubernamentales responsables.

Gracias nuevamente señor Presidente."
Fuente: espolea

Ucrania: Las opciones de Putin y Obama

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Por Nazanín Armanian
Con el paso de los días, quienes en EEUU pensaban que tomar Ucrania iba a ser tan fácil como Afganistán, Sudán o Libia se van dando cuenta del berenjenal en el que se han metido. Sorprende que no hubieran contado con la contundente reacción de Moscú, ni siquiera con la negativa de sus socios europeos en apoyar su plan de enfrentarse con Rusia.
La traición de la Administración Clinton al pacto suscrito entre George Bush padre con un ingenuo Mijaíl Gorbachov en el que EEUU prometía no integrar los antiguos estados del Pacto de Varsovia en la OTAN, continúa hoy con los intentos del Pentágono de desestabilizar Ucrania, otro trampolín para desmembrar Rusia. (Ver:EEUU y la OTAN planean desmantelar la Federación Rusa)
La reciente revelación de la BBC de que los líderes europeos sabían que los francotiradores que disparaban contra los manifestantes en el Maidan eran de la oposición y no de las fuerzas gubernamentales, no se debe a un ataque de sinceridad. Está siguiendo la vieja estrategia que occidente aplicó a Afganistán: primero envió a las fuerzas seudo fascistas Muyahidines y talibanes, llamándoles “luchadores por la libertad” para arrasar el país, y mostrar que son fuerzas locales los que luchan por la “libertad”, que no una potencia odiosa extranjera. Luego, empezaron a demonizarles como “terroristas misóginos y el peligro mas grande para la paz mundial”, cometiendo los actos más atroces contra la población, para así presentarse a sí mismos como salvadores civilizados y justificar la “misión humanitaria” con el objetivo real de ocupar militarmente el corazón de Asia Central (Ver: Afganistán: ¿Por qué nos mienten?)
Pero, sorpresa: la Rusia de hoy no es la del 2001, y si entonces no pudo reaccionar ante el asalto de los militares a su zona de influencia asiática, hoy responde a un atrevimiento de Washington (que equivale como si Rusia interviniese en Texas), y participa en  la crisis político-militar más grave de las últimas décadas.
El gobierno golpista de Arseniy Yatsenyuk que ha integrado a seis miembros del Partido fascista Svoboda en el gabinete y ha ilegalizado al Partido Comunista y el Partido de las Regiones, el uso de la lengua rusa en las escuelas y los medios de comunicación, así como la tenencia de doble nacionalidad ruso/ucraniana, recibirá un “rescate” del FMI y EEUU (cuyo Congreso se negó a aprobar una ley para atender a sus propios soldados heridos de sus malditas guerras, o ampliar las prestaciones a los parados, o rescatar a la ciudad afroamericana de Detroit, hundida por la estafa bancaria) y será encargado de aplicar nuevos y duros recortes, agravando aun más la profunda crisis económica que sufre el país, mientras el pánico se extiende a muchas ciudades provocando la huida de miles de familias acosadas por las bandas armadas.
La cortina de humo de la resistencia patriótica a la “invasión rusa” y una guerra (¿de baja intensidad?) servirán a los nuevos mandatarios para ignorar y/o aplastar las reivindicaciones sociales de los trabajadores. Las guerras siempre han sido un buen canal para exportar la crisis interna.
De momento, la delación de Crimea de querer separarse de Ucrania está desmontando el plan de EEUU y Alemania para hacerse con el control del país más importante para la seguridad nacional rusa.
LAS CARTAS DE OBAMA
EEUU padece el síndrome del “imperialismo ilimitado” como lo padecieron los monarcas del imperio Persa, Alejandro Magno, Napoleón o Hitler: no saben cuándo detenerse para al menos salvar lo conquistado. Obama, que estaba reconociendo los límites del poder estadounidense en el mundo —negándose a un ataque militar en Siria, replegando sus tropas en Iraq y Afganistán—, se enfrenta ahora con la tremenda presión de los republicanos, que le acusan de falta de liderazgo en la política exterior, —en los casos de Irán y Siria,  y ahora en Ucrania— y le piden establecer una “línea roja” para volver a atrapar y desprestigiarle, a sabiendas de que carece de alternativa eficaz. Aun siendo “neocons” son conscientes de que aquí no se puede utilizar fuerza militar, sin embargo le piden, literalmente, que “aseste un par de bofetadas a Putin”. ¿Cómo?
• No asistir a la próxima cumbre del G8 en Soshi. No es más que un gesto diplomático. Putin tampoco asistió a la reunión celebrada en 2012 en Washington
• Expulsarle del G8: Pero China no es miembro de este grupo y no es ningún perjuicio para su economía.
• Boicot a su economía: Ningún cliente de Rusia está dispuesta a seguirlo, desde Japón, pasando por Brasil, China, India y Sudáfrica, socios de Rusia en BRICS, hasta los aliados europeos que son consumidores del gas ruso. Se trata de un país que es uno de los pilares de la economía global. Incluso una compañía estadounidense como PepsiCo., que compró en 2010 la empresa Wimm-Bill-Dann, líder del sector alimenticio ruso, recibiría un impacto negativo.
• Ceder en Siria a cambio de concesiones en Ucrania. ¿Qué pasa con la opinión de Arabia Saudi e Irán, dos actores principales en aquel escenario con su propia agenda, desligada de la de Moscú?
• Expulsarle de la Organización Mundial del Comercio, y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos. El problema es que los demás miembros de dichos grupos no apoyan esta medida.
•  Prohibir la entrada de Putin (el nuevo Bin Laden) y otros rusos destacados en la UE y EEUU, como gesto para dañar su reputación. Medida desesperada e inútil.
• Renunciar a la integración de Ucrania en la OTAN y acordar con Putin a cambio su ingreso en la UE (a pesar de la desgana de Bruselas). Pues, pensándolo bien, necesita de su cooperación para contener el programa nuclear de Irán o completar la retirada del arsenal de armas químicas de Siria.
. Fomentar una guerra civil, armando y entrenando a los extremistas en la aplicación de la táctica de “dirigir desde atrás” (“leading from behind” ), dando el protagonismo a los aliados europeos, ( como a Francia en Libia y Mali; a Turquía en Siria, y a Polonia y Alemania en Ucrania). Bajo el ropaje de “asesores militares”, los infames oficiales de Blackwater (ahora, Academi) patrullan por las calles de ciudades prorusas como Odessa, Kharkov o Donbas con el objetivo de acabar con la resistencia al golpe de Estado, difundir el terror y sostener al nuevo gobierno.
• Respuesta militar como último paso. Dado que las medidas no militares no asustan a los rusos ha reforzado los efectivos instalados en Lituania, Letonia, Estonia y Polonia, así como más buques de guerra en el Mar Negro, y aviones de combate en el Báltico. Quizás se le ha olvidado al presidente que Rusia es una potencia nuclear, y no un Afganistán sin un helicóptero cuando le invadió en 2001.
LAS BAZAS DE PUTIN
• Declarar Ucrania zona libre de la OTAN, como su línea Roja.
• Hacer la vida imposible al nuevo gobierno de Kiev, reclamándole los 2 mil millones de dólares que este país debe, y aumentarle el precio del gas.
• Realizar una “misión humanitaria” enviando el Ejército para proteger a los ciudadanos rusos en peligro. Al contrario de Obama, que carece de apoyo popular para una iniciativa militar, Putin ya tiene la autorización del parlamento y del pueblo para el uso de la fuerza militar en Ucrania.
• Cortar la Ruta Norte (la Sur es desde Pakistán) que permite a la OTAN usar su territorio y los aliados de Asia Central para llevar equipamiento militar a Afganistán. Sin esta ruta, también sería imposible la retirada de las tropas previstas para diciembre.
• Inundar los mercados con los pagarés de Tesoro americano.
• Hacer visible el apoyo de China. Pekín sabe que forma parte de la nueva estrategia de la OTAN —trazada en Lisboa en 2010— reducir el espacio europeo de Rusia, obligándole a expandirse desde sus fronteras orientales, provocando un choque con China, que ya se siente molesta por la rivalidad de los rusos en Asia Central. (Ver: Objetivos: Rusia e Irán. La cumbre de la OTAN en Lisboa)
• Fortalecer su flota en Crimea que está allí por la misma razón que la V flota de EEUU en Bahréin
• Abrir sus bases navales en Ucrania en respuesta a la expansión hacia el este de la OTAN.
• Utilizar Crimea para desestabilizar Ucrania, tanto si le aplica el modelo Kosovo con una independencia formal, como si usa el de Taiwán.
• Descongelar el envío de misiles S-300 a Irán, y mandar más ayuda a Siria.
La contundente e inesperada respuesta del Kremlin en Crimea a lo sucedido en Ucrania, muestra que Putin correrá cualquier riesgo para mantener Ucrania en su órbita. Sabe que después de la plaza de Maydan, John McCain y compañía pueden desembarcar en la Plaza Roja de Moscú.
La gravedad de la situación reside en que las armas están en manos de unos locos que pueden desencadenar una gran guerra, aunque por mera imprudencia o por accidente. Está en juego nada menos que el control de Eurasia, lo que el estratega británico Sir Mackinder llamó The Heartland “El corazón del mundo”, imprescindible para dominar el mundo.
Se debe exigir una reunión urgente de la Asamblea General de la desaparecida ONU, y también un encuentro entre Obama y Putin para poner fin a las hostilidades.
Fuente: Público.es

lunes, 10 de marzo de 2014

Informe del Departamento de Estado de Estados Unidos muestra que Centroamérica sigue siendo principal corredor para la cocaína

por Michael Lohmuller
Honduras Incautó 1,7 toneladas de cocaína en 2013 Honduras Incautó 1,7 toneladas de cocaína en 2013
Las estadísticas del informe anual de control de drogas del Departamento de Estado de Estados Unidos alertó en varias ocaciones de un cambio en el tráfico de drogas, de Centroamérica al Caribe, con las tasas de incautaciones sugiriendo que Centroamérica sigue siendo la ruta más común.
El reporte Estrategia Internacional de Control de Narcóticos de 2014 (INCSR, por sus siglas en inglés), del Departamento de Estado estima que aproximadamente el 86 por ciento de la cocaína traficada a Estados Unidos, en el primer semestre del 2013, se movió primero a través del corredor entre México y Centroamérica, superando el 80 por ciento en 2012.
Las autoridades guatemaltecas reportaron un total de incautaciones de droga, durante los primeros nueve meses de 2013, que correspondían a un aumento del 330 por ciento en comparación a 2012. El Salvador incautó 664 kilos de cocaína durante los primeros 10 meses de 2013, el doble de lo incautado en el mismo período de 2012. Costa Rica Incautó 19,67 toneladas de cocaína en 2013, un aumento de las 14,73 toneladas incautadas en 2012. Panamá también experimentó un incremento del 20,6 por ciento en las incautaciones de cocaína, de 34 toneladas en 2012, a 41 toneladas en 2013.
Varios otros países de Centroamérica, sin embargo, experimentaron disminuciones en las incautaciones. Honduras -donde se estimó en 2012 que aterrizaba el 75 por ciento de todos los vuelos de contrabando de cocaína que salían de Sudamérica- incautó 1,7 toneladas de cocaína en 2013, en comparación con 2,25 toneladas incautadas en una operación que duró desde mediados de abril hasta principios de julio, sólo en 2012. Nicaragua también fue testigo de una reducción en las incautaciones, pasando de 9,3 toneladas en 2012 a tres toneladas a partir de septiembre de 2013.
En el Caribe, las incautaciones de cocaína sí aumentaron de manera significativa en las Bahamas, el Caribe Oriental y el Caribe neerlandés, manteniéndose estable en República Dominicana. Sin embargo, las cantidades incautadas siguen estando muy por debajo de las vistas en Centroamérica.

Análisis de InSight Crime

Las cifras de interdicción de droga, por sí solas, no son un barómetro fiable para el rastreo de las rutas de la droga, ya que hay muchos otros factores que afectan las tasas de incautación, tales como cambios en el presupuesto antinarcóticos, dispositivos de prohibición utilizados, la cooperación con socios internacionales, e incluso las fluctuaciones de los contactos corruptos. Sin embargo, vistas a nivel de una región, las cifras del Departamento de Estado ofrecen una fuerte evidencia de qué los narcotraficantes siguen prefiriendo la ruta de Centroamérica y México.
Durante casi dos años, Estados Unidos ha estado advirtiendo el cambio hacia las rutas del Caribe, a medida que los traficantes de drogas buscan evitar llamar la atención de las fuerzas de seguridad en Centroamérica y México -revirtiendo el patrón visto por primera vez en los años ochenta, cuando los traficantes abandonaron las rutas del Caribe, a cambio de México, y más tarde Centroamérica. Sin embargo, aunque hay indicios que sugieren un aumento en el tráfico en el Caribe, como lo señala este último reporte, hay pocas señales de un abandono a gran escala de Centroamérica. De hecho, si el 86 por ciento estimado por el Departamento de Estado es exacto, el tráfico a través de la región incluso podría estar creciendo.
Fuente: Insight Crime Crimen organizado en las Américas

Informe de Estados Unidos: ‘La producción de drogas en Argentina es creciente’

Departamento de Estado de Estados Unidos
La Argentina sigue siendo ‘un país de tránsito’, pero “hay una creciente producción de cocaína”, dice un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre el narcotráfico en el mundo, que incluye un capítulo sobre la Argentina.
En este apartado, el informe advierte sobre “retrasos judiciales que continúan complicando los procesamientos contra narcotraficantes en el país” y que “muchos argentinos creen que los crímenes vinculados con el narcotráfico crecieron”.
El Departamento de Estado insta en el documento a al gobierno de Cristina Kirchner a “dedicar mayores esfuerzos y recursos para combatir” el narcotráfico y señala al paco como “un problema particular entre los pobres”, aunque apunta que la producción de esta droga en la Argentina crece pero a un ritmo ‘pequeño’.
La mayoría de la cocaína que pasa por la Argentina es exportada a Europa, según el informe, en el que se cuestiona que el gobierno haya dejado de publicar estadísticas anuales sobre la incautación de cocaína desde 2010, lo que “sugiere que los números de 2013 son superiores a los de 2011 y 2012”.
Asimismo, indica que, según funcionarios argentinos, el consumo anual de cocaína abarca al 0,9 por ciento de la población argentina, pero sostiene que hay una “creciente preocupación sobre el uso de drogas sintéticas y del paco en los jóvenes”.
“Durante 2013, funcionarios argentinos acusaron a varios miembros de las fuerzas de seguridad de estar involucrados en el tráfico de estupefacientes”, sostuvo el informe, en alusión a Santa Fe, donde miembros de la fuerza han sido señalados como cómplices de narcotraficantes y están siendo investigados por la Justicia.
Por otra parte, el informe del gobierno de Estados Unidos también plantea que “el lavado de dinero, relacionado con el narcotráfico, la corrupción, el contrabando y la evasión de impuestos ocurre a través del sistema financiero, lo que expone a la Argentina al  terrorismo”.
“El uso generalizado de efectivo (incluyendo dólares estadounidenses) en la economía deja a la Argentina vulnerable al lavado de dinero”, señaló el informe y agregó que “tradicionalmente, la Argentina tiene una economía con fuertes vínculos a la moneda estadounidense”.
Fuente: M24digital

Entrevista a Junior Garcia Aguilera