España está realizando un congreso internacional denominado El Pacífico, 1513-2013: De la Mar del Sur a la construcción de un nuevo escenario oceánico, producto del trabajo de tres instituciones americanistas de Sevilla. Por un lado, la Universidad de Sevilla. Por el otro, la Escuela de Estudios Hispano-Americanos y, por último, el Archivo General de Indias.
El Congreso se enmarca en la fecha en que el conquistador español,
Vasco Núñez de Balboa, el 25 de septiembre de 1513, hace 500 años,
atravesó el istmo del Darién y avistó el océano Pacífico.
Es una fecha que sin duda
deben recordar los españoles por el significado que tuvo en el proceso
mediante el cual sus gobernantes construyeron el primer imperio con
características verdaderamente globales. Sometieron a todos los pueblos
del continente americano en menos de 50 años, extendieron sus rutas
comerciales por Asia y dominaron a Europa sobre la base de su riqueza y
poderío militar. En los siglos siguientes, otros imperios aparecieron y
desplazaron a la vieja España decadente.
La conquista española de
América fue una de las experiencias más violentas conocidas en la
historia. Quizás sólo comparable a eventos anteriores como las
conquistas de Alejandro, César y Gengis Khan. Las aventuras españolas,
sin embargo, palidecen al lado de la barbarie desatada por la expansión
imperialista de Gran Bretaña en el siglo XIX, EEUU en el siglo XX o
Alemania sobre los pueblos eslavos de la parte oriental de Europa
durante la Segunda Guerra Mundial.
Muchos pueblos celebran sus
conquistas y descansan sobre sus laureles. En esta fiesta académica de
España, empero, hay una diferencia. En Sevilla no están recordando a
Balboa, ni la conquista genocida de un continente. Al contrario, los
españoles han puesto su mirada sobre el océano Pacífico. ¿Qué ofrecerá
el Pacífico que tanto interés ha despertado en Sevilla? La respuesta es
obvia: el futuro, en esa enorme cuenca oceánica descansa el potencial
del siglo XXI.
En Panamá, los gobernantes y
muchos otros sectores han hecho exactamente lo contrario. Con motivo de
esta fecha que marca el V Centenario de la travesía de Balboa por los
bosques del Darién, sus pensadores miran hacia el pasado en busca de
algún rastro que pueda legitimar sus políticas de despojo en pleno siglo
XXI. En vez de mirar hacia el futuro, en busca de oportunidades para
promover el desarrollo del país, se remontan al mito ya decadente de
Balboa y sus aventuras en el Darién.
Comencemos por afirmar que
Balboa no era panameño, no tenía relación con Panamá y que la historia
que lo vincula con el país fue una creación de los pensadores e
ideólogos liberales/conservadores de principios del siglo XX. Es decir, 4
siglos después de su paso por estas tierras. El teatro de operaciones
de Balboa tenía como base Acla y Santa María la Antigua, territorios que
hoy son parte de la República de Colombia. Cuando cruzó el istmo en
1513 todavía no se había fundada la ciudad de Panamá, que le daría el
nombre a la República fundada en 1903. La ciudad fue fundada en 1519 por
Pedrarias Dávila, quien había enjuiciado y decapitado a Balboa el año
anterior.
Cuando se fundó la República
en 1903 se buscó un “héroe nacional” y se seleccionó a Balboa por
considerar que su figura representaba abnegación y sufrimiento. Una
especie de mártir. Menos de dos décadas después, el gran educador
Octavio Méndez Pereira escribió una novela con Balboa de personaje
principal. La novela, que presenta a un Balboa ‘hollywoodense”, se
incorporó a la historia oficial de Panamá.
Por eso el gobierno panameño
enfoca su atención en este V Centenario en la proeza – sanguinaria por
cierto – de Balboa. Para la clase gobernante – partidos oficialistas y
de oposición – no hay pasado y menos hay futuro. Hay un presente que
fija su atención en como saquear el país de todas sus riquezas. A
diferencia de España, celebramos las ficciones de aquel Balboa
‘bondadoso’ y ‘donjuanesco’ que nunca existió.
El Ministerio de Educación,
que desconoce la historia verdadera de Balboa (y del país, en general),
ha propuesto una ley para convertir la estatua de Balboa en la ciudad de
Panamá en Monumento Histórico Nacional. La estatua que los
gobernantes panameños le pidieron al rey de España en 1913 fue
inaugurada en 1924. Contrasta la actitud del gobierno actual, que
promueve esta legislación, con la destrucción del centro histórico de la
ciudad de Panamá que será excluida por la UNESCO de la lista de
Patrimonios Históricos de la Humanidad. Igualmente, contrasta con la
política de acabar con los parques nacionales en ambas costas del país.
Tenemos que mirar hacia el
futuro y definir la estrategia que necesitamos para alcanzar las metas
del país. La Universidad de Panamá organizó en agosto del presente año
un encuentro sobre El Mar del Sur 500 años después: Una visión interdisciplinaria, para recordar el V Centenario pero olvidándose del océano Pacífico. En aquella oportunidad, señalamos que tenemos que “prepararnos para los próximos 500 años y la conquista del
Pacífico, su potencial, enorme energía y la promoción de alianzas de
amistad con los pueblos de la gran cuenca”.
26 de septiembre de 2013.
- Marco A. Gandásegui,
hijo, profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e
investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos Justo
Arosemena (CELA) http://marcoagandasegui11.blogspot.com
Fuente: ALAI