9 de septiembre de 2014 El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, aseguró hoy que existe consenso en la región acerca de la necesidad de avanzar conjuntamente en cuatro puntos en materia de drogas, que deben concretarse en la Asamblea General Extraordinaria que la Organización realizará en Guatemala el 19 de septiembre: incorporar al enfoque del tema de la droga el factor salud pública; buscar penas alternativas al encarcelamiento; no bajar la guardia frente al crimen organizado; y trabajar en el fortalecimiento institucional de la región.
El Secretario General Insulza fue el orador principal en una conversación convocada por el think tank de Estados Unidos, Diálogo Interamericano en Washington, DC, en la que habló sobre los desafíos en materia de estupefacientes en las Américas, a diez días de la Asamblea General Extraordinaria que tiene como tema central “Por una política hemisférica de drogas de cara al siglo XXI”, y cuyas conclusiones serán presentadas ante la Asamblea General de Naciones Unidas, que en 2016 centrará sus debates en el problema mundial de las drogas.
El líder de la institución hemisférica sostuvo que el debate de la política de drogas en la región se inició a partir del Informe elaborado por la OEA sobre el Problema de las Drogas en las Américas, dirigido por el propio Secretario General Insulza, y presentado en mayo de 2013 al Presidente colombiano Juan Manuel Santos. El reporte respondió a un mandato de la VI Cumbre de las Américas, celebrada en Cartagena, Colombia, en abril de 2012.
El máximo representante de la OEA afirmó que, 16 meses después de iniciado el debate, hay un acuerdo generalizado en el Hemisferio respecto a que el problema de las drogas es un asunto de salud pública, y no de seguridad pública, y recordó que ya nadie en la región habla de la “guerra contra las drogas”, en alusión a la política que siguió la región durante las últimas cuatro décadas.
El Secretario General de la OEA también indicó que la región coincide en la necesidad de solucionar el problema del hacinamiento en las cárceles, que está estrechamente relacionado con el consumo de estupefacientes. En este sentido, indicó que en las Américas hay 3.6 millones de presos, de los cuales “más de 1.5 millones están detenidos por problemas relacionados con las drogas, la mayoría de las veces por tenencia o consumo”. Insulza agregó que hay un creciente apoyo a adoptar medidas como penas alternativas, o la implementación de los Tribunales de Drogas, para infractores involucrados en delitos menores relacionados con las drogas.
En otro momento de su intervención, el Secretario General Insulza expresó que la nueva visión sobre las drogas en la región en ningún caso significa que se abandone la lucha contra las bandas del crimen organizado. Por el contrario, aseveró que “en esta área también existe consenso respecto a la necesidad de combatir a estos grupos que operan fuera de la ley”.
Respecto al fortalecimiento de las instituciones, el Secretario General de la OEA recordó que una de las conclusiones del Informe de la OEA sobre drogas es que “cuando hay menos institucionalidad hay más crimen”. En este sentido señaló que “hay países en los cuales el desborde de la institucionalidad es lo que produce un aumento de la criminalidad”, advirtiendo que cuando hay un vacío de autoridad, los grupos criminales suelen ocupar el lugar del Estado, “algo que debemos de evitar”, afirmó.
Fuente: OEA